sábado, 29 de abril de 2017

CHOCOLATE CHIP COOKIES {GALLETAS CON CHISPAS DE CHOCOLATE}


Hoy horneamos estas populares galletas originarias de Estados Unidos, cuyo distintivo son las chispas de chocolate. Creadas casualmente por Ruth Graves Wakefield en 1933, en su hostal-restaurante Toll House Inn, en el condado de Whitman, Massachusetts, cuándo una tarde en que se disponía a preparar galletas de mantequilla, añadió trocitos de chocolate a la masa porque había olvidado comprar chocolate en polvo. Para su sorpresa, el chocolate no se derritió, y el resultado fueron las cookies de chocolate, que atrajeron a nuevos clientes, y se hicieron mundialmente famosas.

Yo he añadido a la masa original un toque de coco, que las hace aún más ricas, casi adictivas.

Ingredientes:

- 100 gramos de chispas o perlas de chocolate negro.
- 40 gramos de mantequilla en pomada (a temperatura ambiente).
- 20 gramos de azúcar moreno.
- 50 gramos de harina.
- 20 gramos de coco.
- Un huevo.
- Media bolsita de levadura.

Preparación:

Precalentar el horno a 200 grados.

Mezclamos la mantequilla con el azúcar en un bol hasta que se integren. Añadimos el huevo batido, la harina, el coco y la levadura, y mezclamos. Cuándo tengamos una masa homogénea, incorporamos las perlas de chocolate y volvemos a mezclar. No hay que batir la masa, tan sólo mezclar con una cuchara o con la mano.

Colocamos pequeños montoncitos de masa sobre una bandeja de horno con papel vegetal o sulfurizado, y horneamos durante diez minutos, aproximadamente.

Facilísimo, rapidísimo, y riquísimo.

Consejos:

- Yo compro las perlas de chocolate negro en Mercadona, buena calidad y buen precio.

- Como ya he dicho, no hay que batir los ingredientes, tan sólo mezclar.

- Con estas cantidades salen unas veinte galletitas, aproximadamente.

- Se conservan estupendamente en una caja metálica, aunque cuándo más ricas están es templadas, recién salidas del horno. 

- Si no te gusta el coco, no lo pongas.

- Es fácil formar los montoncitos de masa utilizando dos cucharillas.

- El papel sulfurizado o vegetal es el papel de horno, disponible en tiendas de alimentación.

- La levadura utilizada es la levadura química, también llamada impulsor o polvos de hornear. La de Royal de toda la vida, aunque yo utilizo la de Hacendado, que no tiene gluten, de venta en Mercadona.

miércoles, 26 de abril de 2017

CREMA DE LEGUMBRES


Alubias, lentejas y garbanzos, junto con unas hortalizas, es todo lo que necesitamos para preparar esta rica crema que gusta a todos. Ingredientes todos ellos muy asequibles, y que normalmente tenemos en casa. Además, es muy fácil, y se pueden utilizar las legumbres secas o ya cocidas. Yo he elegido esta segunda opción, porque el cocinado es mucho más rápido, y el resultado muy bueno.

Ingredientes:

- Dos dientes de ajo.
- Una cebolla.
- Un puerro.
- Una rama de apio.
- Dos zanahorias.
- Un tomate rojo y grande, o dos pequeños.
- Un bote grande de alubias cocidas.
- Un bote grande de lentejas cocidas.
- Un bote grande de garbanzos cocidos.
- Una cucharadita de pimentón dulce.
- Una cucharadita de comino molido.
- Una cucharada de perejil.
- Aceite de oliva virgen.
- Sal.

Preparación:

Pelamos, lavamos, fileteamos el ajo y reservamos separado. Pelamos, lavamos y cortamos en brunoise la cebolla, el puerro, la rama de apio, las zanahorias y el tomate, y reservamos separando la zanahoria y el tomate del resto de hortalizas.

En una cazuela amplia, con un hilo de aceite de oliva virgen, sofreímos el ajo y, cuándo comience a dorarse, añadimos la cebolla, el puerro y el apio, con una pizca de sal, y doramos a fuego lento, hasta que comience a pegarse en el fondo de la cauzuela. En ese momento incorporamos la zanahoria y sofreímos durante cinco minutos, incorporamos el tomate y, lo mismo, dejamos cocinar a fuego lento hasta que el tomate comience a agarrarse al fondo de la cazuela, pero sin que se queme. Añadimos el pimentón dulce, el comino y el perejil, y removemos.

Es el momento de agregar las legumbres, previamente bien lavadas en un escurridor, bajo el chorro de agua del grifo, para eliminar el líquido de conservación. Damos unas vueltas al conjunto,  cubrimos con agua y cocemos durante media hora aproximadamente. 

Una vez cocido, dejamos templar y trituramos bien, pasamos la crema por el chino para que su textura sea muy fina, comprobamos el punto de sazón, y rectificamos si es necesario.

Y listo, un plato reconfortante y muy bueno.

Consejos:

- Es imprescindible pasar la crema por el colador chino para eliminar las pieles de las legumbres.

- Si te gusta, añade una pizca de pimentón picante.

- El comino es carminativo, es decir, facilita la digestión. Yo lo utilizo siempre en todos los platos de legumbres por dicha razón, y por el toque de sabor que aporta.

- Cortar en brunoise es trocear las hortalizas o verduras en pequeños dados. 

- Es importante enjuagar muy bien las legumbres bajo el chorro de agua fría, para eliminar el líquido de conservación que, como su propio nombre indica, contiene conservantes además de sal.

 

domingo, 23 de abril de 2017

QUINOA CON CHAMPIÑÓN Y JAMÓN



Es importante recordar que la quinoa, un grano procedente de los Andes, es rica en proteínas, fibra e hidratos de carbono, con un alto contenido en omega 3, y baja en grasas. Una proteína completa que contiene los ocho aminoácidos esenciales y, además, apta para celíacos porque no contiene gluten. Y es bueno recordarlo para consumirla más a menudo. 

En esta ocasión, la he preparado con champiñón y jamón, y nos ha encantado; tengo pendientes más recetas, que sin duda compartiré con todos vosotr@s.

Ingredientes para tres personas:

- 200 gramos de quinoa.
- 400 mililitros de caldo de ave o de verdura.
- 100 gramos de jamón serrano.
- 250 gramos de champiñón.
- Tres dientes de ajo.
- Perejil fresco.
- Aceite de oliva virgen.
- Sal.

Preparación: 

Comenzamos lavando la quinoa hasta que el agua salga transparente. Para ello, la ponemos en un colador y la enjuagamos bajo el chorro de agua fría. Dejamos escurrir la quinoa, y preparamos una cazuela con un hilo de aceite de oliva virgen, dónde tostaremos la quinoa durante un par de minutos. Seguidamente, añadimos el caldo y llevamos a ebullición, tapamos y cocinamos a fuego bajo durante quince minutos, o hasta que se absorba todo el caldo. Removemos de vez en cuando con cuidado para no romper el grano.

Mientras tanto, pelamos, lavamos y picamos muy fino los dientes de ajo. Limpiamos y fileteamos el champiñón, y cortamos el jamón en finas tiras; y lavamos y picamos a cuchillo el perejil.

Preparmos dos sartenes con un hilo de aceite de oliva virgen cada una de ellas. En una sartén sofreímos el ajo con cuidado para que no se queme y, antes que comience a dorar subimos el fuego y añadimos el champiñón, damos unas vueltas y cuando haya soltado el agua, bajamos el fuego y cocinamos hasta que el champiñón esté tierno. Reservamos


En la otra sartén salteamos el jamón en finas tiras hasta que quede dorado y crujiente. Reservamos.

Incorporamos la quinoa a la sartén del champiñón, y añadimos el jamón. Damos unas vueltas para mezclar bien todos los ingredientes, y servimos con el perejil fresco picado espolvoreado.

Fácil, rico y muy saludable.

Consejos:

- El caldo para cocer la quinoa debe estar previamente sazonado.

- Si tostamos previamente la quinoa, su sabor será más bueno.

- Hay que calentar bien la sartén antes de añadir el champiñón para evitar que suelte un líquido oscuro, que afea el plato.

- Es mejor no salar el champiñón porque el jamón es un buen aporte de sal.

- La proporción para cocer la quinoa es una parte de quinoa y dos de líquido, mejor si es un buen caldo.

- La quinoa se lava para eliminar el exceso de saponina (antinutriente) que la recubre, por precaución por que, aunque la quinoa se comercializa previmente lavada, siempre es mejor asegurarse de que la eliminamos.


viernes, 14 de abril de 2017

RODABALLO AL HORNO CON SALSA DE SETAS Y PARMENTIER VIOLETA


El rodaballo es un pescado riquísimo, digno de una ocasión especial, que no necesita apenas aderezos, porque es tan bueno que como mejor se disfruta es asado en el horno con un buen aceite de oliva virgen, sal y pimienta. Así de simple y así de exquisito.

En esta ocasión además lo he acompañado con una salsa de setas y un parmentier de patata vitelotte, que acompañan perfectamente al rodaballo, además de unos ricos espárragos verdes. El resultado, buenísimo, perfecto para un día de celebración, o para cualquier otro momento.

Ingredientes: 

- Un rodaballo.
- 250 gramos de setas.
- Dos chalotas.
- Medio vaso de vino Pedro Ximénez.
- Medio litro (dos vasos) de fumet.
- Medio kilo de patata vitelotte (violeta).   
- Aceite de oliva virgen.
- Pimienta negra recién molida.
- Sal.

Para el fumet:

- La cabeza y las espinas del rodaballo.
- Una cebolla.
- La parte verde de un puerro.
- Una zanahoria.
- Una rama de apio.
- Un tomate rojo.
- Aceite de oliva virgen.
- Sal.

Preparación:

Cuando compremos el rodaballo, pedimos en la pescadería que nos quiten la cabeza y la espina, y que nos la guarden. Tendremos cuatro lomos de rodaballo preparados para el horno, y con el resto preparamos el fumet.

Y comenzamos con ello, con el fumet: lavamos la cabeza y las espinas del rodaballo, y pelamos y lavamos la cebolla, el puerro, la zanahoria, la rama de apio y el tomate. 

En una cazuela, con un hilo de aceite, sofreímos la cabeza y las espinas del pescado y la verdura cortada en trozos grandes. Doramos todo con una pizca de sal, y añadimos agua; dejamos que cueza durante al menos una hora. Al terminar, colamos, comprobamos el punto de sazón, y añadimos sal si es necesario.

Mientras tanto, preparamos el parmentier. Lavamos las patatas, frotando la piel con un cepillo suave, y las cocemos en una cazuela con agua y sal hasta que estén tiernas. Dejamos que se enfríen dentro del agua, y cuando estén templadas y no nos quememos al manipularlas, las pelamos. Las pasamos por el pasapurés y las aliñamos con aceite de oliva virgen, sal y pimienta. Lo probamos, y rectificamos si es necesario. 

Seguimos con la salsa de setas: pelamos, lavamos y picamos finamente y por separado, las chalotas y las setas. En una sartén, con un hilo de aceite, freímos las chalotas a fuego lento, con una pizca de sal, hasta que estén doraditas. Añadimos entonces las setas, y freímos hasta que pierdan el agua. Regamos con el vino, y cocemos cinco minutos para que evapore el alcohol; añadimos entonces dos vasos de fumet (medio litro) y cocinamos durante media hora aproximadamente, o hasta que reduzca. Trituramos la salsa y la pasamos por el chino para que quede muy fina. Colmprobamos el punto de sazón, y rectificamos si es necesario. Reservamos.

Y, por último, el rodaballo. En una bandeja de horno pincelada con aceite de oliva virgen, colocamos los cuatro lomos de rodaballo salpimentados, y regamos con nuestro aceite. Horneamos a 150º en el horno precalentado durante unos diez minutos, o hasta que el pescado esté asado, sin que se seque.

Yo he presentado el rodaballo con el parmentier violeta modelado con un aro de emplatar, la riquísima salsa de setas, y unos espárragos verdes a la plancha, y el resultado ha sido delicioso, para repetir. 

Consejos:

- Si no tienes un pasapurés, utiliza un tenedor para aplastar las patatas. 

- Si la salsa nos queda demasiado espesa, la aligeramos con más fumet. Y si está muy líquida, disolvemos una cucharadita de maizena en medio vaso de agua, lo añadimos a la salsa cuando esté hirviendo, y cocemos hasta que espese.

- Si el parmentier está demasiado espeso, podemos añadir leche para aligerarlo.

- Sobrará fumet, seguro, que podemos congelar para otra ocasión.  

- El parmentier debe su nombre a Antoine Augustin de Parmentier (1737-1813), farmaceútico, nutricionista y agrónomo francés, que introdujo el consumo de la patata en Francia y en gran parte de Europa. Durante mucho tiempo se llamó parmentier a la patata, y actualmente se sigue utilizando esta denominación en elaboraciones que tienen a este tubérculo, normalmente cocido, como ingrediente principal.

- Si no tenemos chalotas, utilizamos cebolla; y si no tenemos vino Pedro Ximénez, también nos sirve un brandy o un buen vino blanco, o un moscatel.  

- Es vital lavar cuidadosa y perfectamente las hojas del puero, por dentro y una a una, para eliminar cualquier resto de tierra, que nos arruinaría el caldo.

- La patata vitelotte es alargada, con la piel morada oscura, y la carne violeta, más o menos oscura, dependiendo de la pieza, que queda preciosa en el plato. Por supuesto, podemos preparar el parmentier con otra variedad de patata. Aquí os dejo una foto.


domingo, 2 de abril de 2017

ALBÓNDIGAS CON SALSA DE TOMATE


Albóndigas con tomate, una receta de esas de toda la vida que nos soluciona una comida o una cena, porque siempre gusta a todos. Y, además, podemos preparar el doble y congelar para un día de esos en que no hay tiempo para cocinar, o nos tomamos el día libre, que también nos lo merecemos.

Ingredientes:

Para las albóndigas:

- Medio kilo de carne picada, la mitad de magro de cerdo, y la mitad de ternera.
- Un manojo de perejil fresco picado.
- Piñones.
- Una rebanada de pan de molde sin la corteza, o miga de pan.
- Medio vaso de leche.
- Sal.
- Pimienta negra recién molida.
- Una pizca de nuez moscada.
- Un huevo batido.

Para la salsa:

- Un diente de ajo.
- Una cebolla.
- Una zanahoria.
- Un kilo de tomates rojos.
- Medio vaso de brandy.
- Aceite de oliva virgen.
- Una cucharadita de tomillo.
- Una cucharadita de azúcar.
- Sal.

Preparación:
 
Mezclamos en un bol la carne picada, el perjejil picado, los piñones, el huevo batido, sal, pimienta,  y una pizca de nuez moscada. Remojamos la miga de pan e leche, la escurrimos con la mano, y la incorporamos a la carne. Mezclamos bien con las manos hasta obtener una masa homogénea. 

Formamos las albóndigas, redondeando con las manos pequeñas porciones de carne (será más fácil si nos mojamos las manos con agua, así evitamos que se nos peguen las albóndigas).

Freímos las albóndigas en una sartén con aceite de oliva virgen, hasta que estén doradas. Las sacamos bien escurridas, y las reservamos.

Lavamos, pelamos y picamos el ajo, la cebolla, la zanahoria y los tomates, todo por separado.

En el mismo aceite de las albóndigas, freímos el ajo y, cuando comience a dorar, incorporamos la cebolla. La rehogamos despacio hasta que esté dorada. Añadimos entonces la zanahoria, seguimos cocinando durante cinco minutos, y agregamos los tomates. Regamos con el brandy, sazonamos con sal, pimienta y tomillo, y tapamos. Cocinamos a fuego lento durante, aproximadamente, cuarenta y cinco minutos. Pasado este tiempo, trituramos la salsa, y la pasamos por el chino para que nos quede fina y sin pepitas. Comprobamos el punto de sal, y rectificamos si es necesario. La salsa debe ser ligera, no muy espesa.

Volvemos a colocar las albóndigas en la sartén, regamos con la salsa y cocinamos durante diez minutos. Y terminamos con un poco de perejil picado. Sencillo y buenísimo.

Consejos:

- Añadimos azúcar a la salsa para contrarrestar la acidez del tomate, pero, si conseguimos unos tomates dulces, no será necesario.

- Realmente es muy últil mojar las manos con agua para formar las albóndigas, para evitar que se nos pegue la carne.

- Si la salsa de tomate queda muy espesa, podemos aligerarla con un poco de agua; y si queda muy líquida, reducir con las albóndigas hasta que espese.

- Este plato queda muy rico acompañado de unas patatas fritas, o unos ramilletes de brócoli o bimi hervido. También con unas rodajas de queso de cabra al horno que veremos muy pronto.      

- Por supuesto, es muchísimo más saludable comprar la carne y que nos la piquen en la carnicería (yo siempre pido que la piquen dos veces), que optar por un preparado de carne picada del súper.