martes, 26 de septiembre de 2017

SALSA TERIYAKI CASERA



Esta salsa está riquísima y se asemeja bastante a la que se comercializa preparada, aunque a mi entender está más buena y, además, resulta más económica porque la mayor parte es salsa de soja, cuyo precio es menor que el de la salsa teriyaki.

Perfecta para carnes, pescados, pasta (ideal con noodles) y, por supuesto, riquísima con el sushi.

Ingredientes:

- 75 mililitros de salsa de soja. 
- Dos cucharadas de vinagre de arroz.
- Dos cucharadas de azúcar moreno.
- Dos dientes de ajo picados.
- Dos cucharaditas de jengibre en polvo.
- Una cucharadita de aceite de sésamo.
- Dos cucharadas de agua. 
- Una cucharada de almidón de maíz (maizena).

Preparación:

Facilísimo: trituramos todos los ingredientes con la batidora, excepto el almidón de maíz, los calentamos en un cazo hasta que hiervan, y cocemos a fuego lento cinco minutos.

Diluimos una cucharada de almidón de maíz en medio vaso de agua fría, y la añadimos a la salsa hirviendo. Removemos con unas varillas para que se integre hasta que vuelva a hervir, y retiramos del fuego cuando espese.

Y listo, una riquísima salsa teriyaki casera en un "plis".

Consejos:

- Imprescindible una buena salsa de soja, que no sea muy salada. Yo utilizo habitualmente la marca "Heinz", con buen sabor y buen precio. 

- El vinagre de arroz lo encontramos en la mayoría de los supermercados; Mercadona lo ha puesto a la venta recientemente.

- En Japón, se prepara con sake, mirin, salsa de soja oscura y azúcar. La receta que yo os propongo es más parecida a la que se comercializa en occidente. 

Sabemos lo que comemos: el teriyaki. 

En realidad no es una salsa. En Japón, el teriyaki es un plato asado (yaki), con una salsa que durante la cocción forma un glaseado (teri). Tradicionalmente, el teriyaki se sirve en una fuente sobre un lecho de hojas de crisantemo, decorado con una flor hecha de daikon (mooli), y acompañado de jengibre rosa en vinagre cortado en tiras, arroz japonés hervido y verduras.

Fuente: La cocina asiática clásica, de Sri Owen.




 

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