domingo, 29 de abril de 2018

CALDO DE AVE O POLLO



El caldo de pollo o de ave es una receta básica que se utiliza en infinidad de preparaciones culinarias, desde simplemente tomar el caldo tal cual, hasta preparar sopas, cremas, salsas, asados... Imprescindible, y congela estupendamente.

Ingredientes:

- Una carcasa de pollo.
- Un hueso de jamón.
- Un hueso de espinazo de cerdo.
- Un trocito de chorizo (opcional).
- Dos zanahorias.
- Una chirivía.
- Un nabo blanco.
- Un napicol.
- Un puerro.
- Una rama de apio.

Preparación:

Lavamos las carnes y metemos en un puchero grande la carcasa de pollo y el hueso de espinazo de cerdo. Lavamos también el hueso de jamón y lo blanqueamos antes de meterlo en el puchero con las otras carnes.
 
Pelamos y lavamos las verduras y hortalizas, y las metemos en el puchero. Cubrimos con agua y llevamos a ebullición. Hay que cocer tapado a fuego lento, al menos durante dos horas, quitando la espuma que sube a la superficie.

Transcurrido el tiempo de cocción, colamos el caldo y, si es posible, lo dejamos bien tapado en el frigorífico durante toda la noche. De este modo, la grasa sube a la superficie y se solidifica. Al día siguiente quitamos la capa sólida de grasa, colamos de nuevo, y tendremos el caldo listo para utilizar.

Yo hoy he preparado una sencilla y reconfortante sopa de fideos finos, que es la que más me gusta. Pero, como os he dicho, este caldo se utiliza en muchísimas recetas.

Consejos:

- Es muy importante quitar la espuma que sube a la superficie, porque eliminamos las impurezas. Sucede principalmente antes de que comience a hervir.

- Igualmente, es perfecto dejar el caldo en el frigorífico hasta que la grasa se solidifica en la superficie. Luego sólo tenemos que retirarla con una espumadera, y volver a colar el caldo. Si no es posible, pondremos a hervir el caldo a fuego fuerte, y lo sacaremos de la olla con un cucharón justo dónde el caldo hierva más.

- Blanquear un alimento, el hueso de jamón en este caso, es precocerlo. Lo ponemos en un cazo, cubrimos con agua, calentamos hasta que hierva, y dejamos cocer dos minutos. Retiramos y lo introducimos en la olla, para que cueza junto con el resto de ingredientes. El hueso de jamón lo blanqueamos para suavizar su sabor.

- Congela de maravilla y, además, creo que es básico tener caldo de ave congelado, listo para utilizar cuando lo necesitemos. 

- Yo le pongo un trocito de chorizo porque da color y sabor al caldo. Además, te lo puedes comer después, si no te remuerde la conciencia.

- Ya sé que cada cual tiene sus ingredientes preferidos para preparar un caldo. Podemos añadir un hueso de ternera, un tomate, una cebolla, gallina, pavo...incluso hierbas aromáticas, como tomillo o laurel ¿Alguna sugerencia más?




viernes, 27 de abril de 2018

BOCADILLO DE PULLED PORK CON AGUACATE Y SAL DE ACEITUNAS NEGRAS


Receta número 200 en el blog, y no puede ser más rica.

Recientemente compartí mi receta del pulled pork, y prometí un bocadillo. Pues aquí está, ya veis que no he tardado mucho, porque está tan bueno que no puede esperar más.

Vamos a utilizar la sal de aceitunas negras, que también podéis encontrar en el blog, y que va a aportar mucho sabor. Lo ideal, tener el pulled pork cocinado, ya sea reciente o descongelado, la sal de aceitunas preparada, y hacer este bocadillo en un momento para cenar. Lo podemos acompañar con unos buenos tomates aliñados. De escándalo.

Ingredientes:

- Pan, si es casero mejor. 
- Dos aguacates.

Preparación:

Lo dicho, con el pulled pork y la sal de aceitunas negras previamente preparados, tenemos la cena lista en un momento, en cinco pasos:

1.- Abre los aguacates por la mitad y, con una cuchara a ras de la piel, saca la carne y córtala en finas lonchas. Tira la piel y el hueso.

2.- Abre el pan y calienta el interior de ambas mitades en un tostador, sartén o parrilla. Ojo, solo calentar (opcional).

3.- Calienta el pulled pork con su salsa en un cazo a fuego medio.

4.- Pon unas lonchas de aguacate en el bocadillo, y sazona con la sal de aceitunas negras.

5.- Añade el pulled pork con salsa, y sé generos@. Tapa con la parte superior del pan calentito.

Y listo, un disfrute. No conozco a nadie que no le guste. 



miércoles, 25 de abril de 2018

CONTRAMUSLOS DE POLLO CON ZA´ATAR, COUS COUS AL TOMILLO, Y YOGUR CON LIMÓN


Maravilloso y sorprendente el sabor de este plato, con la potencia del pollo especiado, la suavidad de cous cous y el frescor del yogur y el limón. En casa ya lo hemos repetido en tres ocasiones, y siempre es un éxito.

Gracias a Directo al Paladar por esta buenísima receta, que me ha inspirado, y que ha sido un disfrute.

Ingredientes para tres personas: 

- Seis contramuslos de pollo, preferiblemente deshuesados.
- Tres dientes de ajo prensados.
- Dos limones.
- Un yogur griego natural.
- Ajo en polvo al gusto.
- 200 gramos de cous cous.
- Media cucharadita de comino.
- Una cucharada de mantequilla.
- Una cucharadita de tomillo seco.
- Pimienta negra recién molida.
- Sal. 
- Aceite de oliva virgen extra.
- 30 gramos de za'atar, o de la siguiente mezcla casera:
. Una cucharada de semillas de sésamo tostadas.
. Una cucharadita de tomillo seco.
. Una cucharadita de orégano seco.
. Media cucharadita de zumaque o pimentón agridulce.
. Media cucharadita de comino molido.

Preparación:

Limpiar de exceso de grasa los contramuslos, y secarlos con papel de cocina. Colocarlos en una fiambrera, y añadir la ralladura y el zumo de un limón, los tres ajos prensados, 50 mililitros de aceite de oliva virgen extra, y el za'atar o la mezcla casera. Mezclar todo bien con las manos bien limpias (y lavarlas seguidamente porque el pollo contamina todo lo que toquemos después). Tapar bien, y dejar macerar en el firigorífico al menos una hora.

Mientras tanto, ponemos el cous cous en un recipiente que soporte el calor, y lo mezclamos con media cucharadita de comino molido, una cucharadita de tomillo seco, pimienta negra recién molida y una cucharadita de sal; añadimos una cucharada de mantequilla. LLevamos a ebullición 200 mililitros de agua y la vertemos sobre el cous cous, removemos bien mezclando todos los ingredientes, y dejamos reposar tapado con un paño durante media hora. Transcurrido el tiempo, removemos para que quede suelto, lo probamos y rectificamos si es necesario.

Sacamos el pollo del frigorífico y lo cocinamos en una plancha o sartén, sin escurrir y a fuego medio, hasta que esté bien dorado.

Mezclamos el yogur con una cucharada de aceite de oliva virgen, la ralladura del otro limón (reservamos un poco para decorar), ajo en polvo, sal y pimienta recién molida al gusto. Guardamos en el frigorífico, y lo servimos en un bol con la ralladura de limón reservada.

Y ya tenemos un plato riquísimo, al que tan sólo le falta una ensalada al lado. Yo lo he acompañado con unos tomates cherry cortados en dos mitades, aliñados con aceite de oliva virgen extra y sal. Y lo hemos disfrutado muchísimo. 

Consejos: 

- La foto es de la primera vez que cociné este plato, y los muslos no están deshuesados. En las siguientes ocasiones los utilicé deshuesados, y resulta mucho más fácil el cocinado.

- El pollo crudo contiene bacterias que se eliminan al cocinarlo. Por eso, es importantísimo y necesario lavarse bien las manos con jabón inmediatamente después de tocar el pollo crudo, para no contaminar nada.

- Si el cous cous se enfría, podemos calentarlo en el microondas.

- Yo no sé cómo estará este pollo con za'atar por que no lo he encontrado a la venta en Valencia, pero os aseguro que con la mezcla casera está buenísimo. El pimentón agridulce es fácil encontrarlo en los mercados, y el zumaque lo encontré en Fenitzia, un establecimiento del que ya os hablé en la receta de las costillas de cerdo a las cinco especias tunecinas, con tres tiendas en Valencia, en el Mercado Central, Mercado de Ruzafa y en la céntrica Plaza de la Merced nº 4. Además del amplio surtido en hierbas aromáticas, especias y tés, os recomiendo los jabones artesanales, con buena calidad y muy buen precio.

¿Qué es el za'atar?

Escriben Yotam Ottolenghi y Sami Tamimi, en su libro Jerusalén, que recomiendo encarecidamente, que el za'atar es una planta milenaria, llamada hisopo en castellano, que es omnipresente en Palestina. Se utiliza fresca durante la primavera y principios del verano, y seca y rehidratada durante el resto del año. "Lo más habitual es utilizar las hojas para preparar una ensalada con tomates frescos, cebolla tierna, aceite de oliva y zumo de limón", afirman los autores.

Aunque la mayoría de la gente conoce el za'atar como una mezcla de especias que contiene hojas de za'atar seco en polvo, zumaque molido, sésamo tostado y sal. 

Termino con una hermosa frase del libro: "...El za'atar es una parte esencial del patrimonio palestino y el olor predominante en las casas de todos los que han crecido en Jerusalén o en algún otro punto de las regiones montañosas de Tierra Santa..."



 

domingo, 22 de abril de 2018

CREMA DE SETAS CON CÚRCUMA




Vamos a cocinar una deliciosa crema de setas con el aroma y sabor de la cúrcuma, y el color por que no en vano se la conoce como el azafrán de la India.

Ingredientes:

- 300 gramos de setas variadas.
- Un diente de ajo.
- Una cebolla.
- Dos patatas medianas.
- Una cucharada de cúrcuma.
- Caldo de verdura.
- Pimienta negra recién molida.
- Pimienta rosa recién molida.
- Perejil fresco picado.
- Aceite de oliva virgen.
- Sal.

Preparación:

Comenzamos preparando los ingredientes: 

- Pelamos, lavamos y picamos el diente de ajo y la cebolla, y reservamos por separado.

- Lavamos las setas, sin dejarlas en remojo, escurrimos bien, y las troceamos, reservando unas cuantas para decorar.

- Pelamos, lavamos y cortamos las patatas en dados.

Seguimos: calentamos un hilo de aceite virgen en una cazuela, sofreímos el ajo picado hasta que comience a dorar, añadimos la cebolla y la freímos con una pizca de sal a fuego lento. Cuando haya cogido color, subimos el fuego, y añadimos las setas troceadas, y las freímos removiendo hasta que se elimine el agua que sueltan, y comiencen a freírse en el aceite.

Añadimos las patatas, salpimentamos, damos unas vueltas, incorporamos la cúrcuma y el caldo, y cocemos durante treinta minutos, o hasta que las setas y las patatas estén cocidas.

Mientras tanto, lavamos y picamos el perejil fresco, y reservamos. Y salteamos las setas reservadas.

Cuándo la crema esté lista, la trituramos, retirando previamente parte del líquido, y la pasamos por el chino. Si nos queda muy espesa, siempre podemos añadir el líquido reservado, a nuestro gusto.

Servimos con las setas salteadas, el perejil fresco picado y pimienta rosa recién molida.

Consejos:

- Podemos utilizar las setas que más nos gusten, incluso champiñón.

- También se pueden añadir costrones de pan frito (daditos), o tiras de jamón serrano, ya sea tostado o sin tostar.

- Si no os entusiasma mucho la cúrcuma, añadid menos cantidad.

- Cuidado con el ajo, que se quema rápido.

- Las setas hay que añadirlas a la cazuela con el fuego fuerte, porque de lo contrario sueltan el agua lentamente y quedan oscuras.

- Yo siempre retiro parte del líquido antes de triturar una crema porque si queda espesa, se puede añadir, pero si no lo retiramos y queda muy líquida es más difícil de rectificar. Aunque siempre podemos hervir la crema y añadir una cucharadita de maizena disuelta en medio vaso de agua fría, y cocer hasta que espese sin dejar de remover la crema. 

 

jueves, 19 de abril de 2018

PULLED PORK

Much@s de vosotr@s ya habréis cocinado y degustado el pulled pork, un asado de cerdo buenísimo, tan tierno y jugoso que se deshilacha con dos tenedores. Casi mejor no ver la foto porque tiene una pinta un tanto extraña, pero os aseguro que es delicioso; no en vano su popularidad se ha disparado. Además, es estupendo porque se hace sólo en el horno, y obtenemos muchísima cantidad. Y, directo al congelador lo que no utilicemos porque queda perfecto tras la descongelación.

Eso sí, hay que tener en cuenta que la carne con el adobo debe permanecer en el frigorífico toda la noche, y hay que hornearlo durante seis horas, aproximadamente. Así que aprovechad para prepararlo uno de esos días que os quedéis en casa a descansar, porque la única tarea que nos llevará más tiempo es el deshilachado de la carne.

Prometo receta de un maravilloso bocadillo con este manjar. 

Ingredientes:

- Dos kilos de cabeza de lomo, paletilla, o aguja de cerdo.
- Dos cucharadas de azúcar moreno. 
- Dos cucharadas de sal.
- Dos cucharadas de comino en polvo.
- Media cucharada de pimienta recién molida.
- Una cucharada de pimentón dulce.
- Una cucharada de pimentón picante.
- Una cucharada de orégano seco.
- Tres dientes de ajo.
- Dos cucharadas de aceite de oliva virgen extra. 

Preparación: 

Picamos los tres dientes de ajo en un mortero, añadimos las especias, hierbas aromáticas, la sal y el azúcar, y mezclamos. Añadimos el aceite y volvemos a mezclar. Untamos la carne con este adobo. Envolvemos en film transparente, y lo dejamos macerar toda la noche en el frigorífico, dentro de un recipiente porque suelta líquido.

Al día siguiente, desechamos el líquido que ha soltado la carne, y la envolvemos con cuatro capas de papel de aluminio, procurando que quede bien sellado el paquete. La colocamos sobre una bandeja apta para el horno, y la horneamos durante 6 horas a 150º.

Transcurrido este tiempo, la sacamos del horno y dejamos templar. Cuándo podamos manipular el papel de aluminio sin quemarnos, abrimos y comprobamos si la carne se deshilacha fácilmente con dos tenedores. Si no es así, cerramos de nuevo el papel de aluminio, y seguimos horneando.

Cuándo la carne esté lista, dejamos reposar unos 30 minutos, y deshilachamos la carne con dos tenedores. Hay que ir retirando el exceso de grasa pero, por favor, que no se pierda ni una gota del jugo del asado. Es una tarea que requiere paciencia, pero realmente será el único momento en que estaremos ocupados con el asado, porque el resto del tiempo, de maceración y horneado, nos podemos dedicar a otros menesteres.

Una vez deshilachada toda la carne, la consumimos o, en caso contrario, la congelamos en raciones del tamaño que consideremos. Os aseguro que se obtiene mucha cantidad de carne para utilizar en varias ocasiones. El jugo de la cocción es una salsa maravillosa que también podemos congelar. 

Con arroz blanco, pasta, sopas, como relleno de quesadillas, pan de pita, bocadillo, y todo lo que se nos ocurra. Como ya he dicho, prometo receta de un bocadillo estupendo.

Consejos:

- He utilizado cabeza de lomo para preparar este asado, y ha quedado riquísimo, tierno y jugoso.

- Yo os propongo utilizar el jugo del asado como salsa, que podéis ver en la foto, porque está buenísimo, aunque la tradición manda acompañarlo con salsa barbacoa. Habitualmente yo utilizo la salsa del asado y, como se termina antes que la carne, mi salsa barbacoa casera, o la maravillosa salsa hoisin, como en estos baos. Si ponéis pulled pork en el buscador, tendréis más sugerencias para utilizar esta sabrosa carne.

- Pulled pork, en inglés, significa cerdo tirado, aludiendo a las tiras de carne que se deshilachan con dos tenedores.

Origen:

Esta carne es muy popular en el sureste de Estados Unidos, en Tennesee, Alabama y las dos Carolinas, aunque parece que, curiosamente, fue introducido por los españoles. Se dice que los primeros colonizadores que llegaron a La Española (actualmente República Dominicana y Haití), copiaron el método utilizado por los nativos para cocinar carnes y pescados, que ahumaban sujetos a ramas verdes sobre brasas. Posteriormente, a mediados del S.XVI, Hernando de Soto, explorador español, introdujo el cerdo en Florida y Alabama con este método de preparación.



 

sábado, 14 de abril de 2018

SALSA DE TOMATE Y PIMIENTO ROJO


Esta salsa es perfecta para acompañar un pescado, como esta merluza en salsa de tomate y pimiento, carnes y aves a la plancha o al horno, pasta, verdura, y hasta una pizza como ésta de hortalizas con aceitunas, en sustitución de la salsa de tomate. Y cuando la preparemos, podemos cocinar más cantidad y congelar para otra ocasión; lo dicho, perfecta y versatil.

Ingredientes:

- Dos dientes de ajo.
- Una cebolla mediana.
- Dos pimientos rojos grandes.
- Tres tomates rojos grandes.
- Aceite de oliva virgen.
- Sal.
- Azúcar.

Preparación:

Pelamos y lavamos los dientes de ajo y los cortamos en lonchitas. Pelamos y lavamos la cebolla y los tomates, y los cortamos en brunoise. Limpiamos los pimientos, eliminando las semillas interiores, y los cortamos también en brunoisse. Reservamos los ingredientes por separado.

Calentamos dos cucharadas de aceite de oliva virgen en una cazuela, y sofreímos el ajo hasta que comience a dorarse. En ese momento añadimos la cebolla, y freímos con una pizca de sal, hasta que esté blandita y dorada. Incorporamos el pimiento y el tomate, añadimos una cucharadita de sal y otra de azúcar, removemos y dejamos que se cocine tapado y a fuego lento durante, aproximadamente, media hora. Hay que vigilar la cazuela y remover para evitar que se nos queme.

Transcurrido este tiempo, trituramos la salsa y la pasamos por el chino. Comprobamos el punto de sazón y rectificamos si es necesario. Y listo, una salsa riquísima. 

Consejos: 

- A la salsa se le añade azúcar para contrarrestar la acidez del tomate, aunque si los tomates son dulces y maduros, no será necesario.

- Como ya os he dicho, si sobra salsa, se puede congelar sin problema. Y tener una salsa tan rica como ésta en el congelador es un comodín estupendo para muchos platos.

- Brunoise es la forma de cortar las verduras en pequeños dados uniformes de unos 5 milímetros.
 
- Yo suelo utilizar tomate de rama para las salsas de tomate, porque tienen sabor y dulzura. 

- Podemos aromatizar la salsa como más nos guste, con orégano, perejil, tomillo, romero..., o darle un toque picante. Las posibilidades son infinitas.



martes, 10 de abril de 2018

CANELÓN DE CALABACÍN RELLENO DE BACALAO CON BECHAMEL



Tengo un problema: cuando entro en un kiosko y veo una revista de cocina nueva que me gusta, si no la compro ese día, vuelvo al día siguiente a por ella. Me encanta hojearlas primero, leerlas después. Y casi siempre encuentro buenas ideas, como estos riquísimos canelones de calabacín, que salieron de una de esas revistas que ya no sé dónde guardar.

Ingredientes:

- Un lomo de bacalao fresco.
- Tres calabacines.
- Un pimiento rojo.
- Sal.
- Un puñado de pistachos.
- Una cucharada de almendra laminada tostada. 
- Unas hojas de tomillo fresco (opcional).

Para la bechamel:

- 50 gramos de mantequilla.
- 50 gramos de harina.
- Medio litro de leche (500 mililitros).
- Una cucharada de perejil seco.
- Media cucharadita de nuez moscada en polvo.
- Media cucharadita de comino en polvo.
- Pimienta negra recién molida.
- Sal.

Preparación:

Lo primero que vamos a hacer es asar el pimiento. Para ello, precalentamos el horno a 170º, envolvemos el pimiento sazonado con papel de aluminio, y lo asamos en el horno durante treinta minutos, aproximadamente. Sacamos del horno y dejamos templar un poco. Cuándo esté templado, sin que llegue a enfriarse, lo pelamos y lo cortamos en finas tiras.

Mientras tanto, vamos con el pescado: lo lavamos, le quitamos la piel y las espinas, y lo desmenuzamos. Reservamos en el frigorífico bien tapado.

Seguidamente, preparamos la bechamel: Calentamos la mantequilla en un cazo, añadimos la harina y la tostamos sin dejar de remover con unas varillas (que no se queme). Vertemos la leche poco a poco, sin dejar de remover con las varillas, y la cocinamos hasta que hierva y espese. Salpimentamos e incorporamos la nuez moscada, el comino y el perejil.

Añadimos el bacalao desmenuzado, mezclamos y cocinamos durante cinco minutos. Probamos y rectificamos si es necesario. Retiramos del calor y dejamos templar.

Despuntamos los calabacines y los lavamos muy bien bajo el grifo. Los cortamos a lo largo con una mandolina, y los marcamos ligeramente en una sartén con un hilo de aceite y una pizca de sal. 

Tostamos la almendra laminada en una sartén, a fuego lento, retiramos y dejamos enfriar. Pelamos los pistachos y los troceamos con las manos. Rompemos también las láminas de almendra, y reservamos.

Cuándo tengamos todas las láminas de calabacín marcadas, colocamos siete láminas juntas, aproximadamente, ligeramente acaballadas, es decir, la segunda ligeramente sobre la primera, y el resto igual (como veis en la foto). Rellenamos con la bechamel con bacalao, y enrollamos el calabacín formando un canelón. Continuamos hasta terminar todas las láminas de calabacín y el relleno. 

Vamos colocando los canelones en una bandeja de horno pincelada con aceite. Horneamos a 180º hasta que se doren ligeramente, y servimos calientes, coronados con las tiras de pimiento, espolvoreados con los frutos secos y el tomillo fresco.

Un plato buenísimo, original, y con una bonita presentación, para un día especial, o para celebrar la vida.

Consejos:

- Se puede preparar con bacalao, merluza, pescadilla, lenguado, rape, o cualquier pescado que os guste.

- También podemos formar los canelones con las láminas de calabacín crudas, sin marcarlas en la sartén.

- La receta básica de la bechamel os la enseñé aquí. En esta ocasión le hemos añadido comino y perejil, que aportan aroma y sabor. Sin duda existen miles de combinaciones ¿alguna sugerencia? 

- Si sobra relleno, al congelador, para volver a preparar este plato otro día, o para unas croquetas, unos pimientos del piquillo rellenos...para lo que os apetezca.

- Los frutos secos, siempre que sea posible, es mejor comprarlos con cáscara, que ayuda a su conservación óptima.

- El pimiento debe quedar bien asado, blandito. Si con treinta minutos no es suficiente, horneadlo unos minutos más. Y para pelarlo facilmente, lo mejor es que esté caliente, que lo podamos manipular sin quemarnos.

- Si preparamos los rollitos más pequeños, los podemos servir como entrante.
 

viernes, 6 de abril de 2018

CURRY DE MANZANA Y PIÑA CON POLLO


Creo que este es el mejor curry que he probado, buenísimo con el dulzor de la manzana, la acidez de la piña, los filetitos muy tiernos de pollo, una delicia. Tan sólo necesita un simple arroz blanco al lado y, como en este caso, pan naan, o un pan de pita, para ser perfecto.

Una vez más, gracias a Directo al Paladar por este curry tan bueno.

Ingredientes:

- Una cebolla.
- Cuatro rodajas de piña natural, o enlatada en su jugo.
- Dos manzanas golden.
- Tres pechugas de pollo.
- Media cucharadita de cúrcuma molida.
- Media cucharadita de comino molido.
- Media cucharadita de jengibre molido.
- Media cucharadita de pimentón picante.
- Dos cucharaditas de curry rojo molido.
- Cinco hebras de azafrán, aproximadamente.
- 100 gramos de salsa de tomate casera.
- Una cucharadita de azúcar.
- Medio litro de caldo de verdura.
- 400 mililitros de leche de coco.
- 50 gramos de mantequilla o mantequilla clarificada.
- Sal.
- Cilantro fresco picado.

Preparación:

Pelamos, lavamos y picamos la cebolla en brunoise. Calentamos la mantequilla en una cazuela y freímos a fuego lento la cebolla con una pizca de sal, hasta que esté transparente. Mientras tanto, pelamos las manzanas y las rodajas de piña, las cortamos en dados, y las añadimos a la cazuela. Removemos, subimos el fuego y cocinamos cinco minutos.

Seguidamente, añadimos las especias (cúrcuma, comino, curry rojo, jengibre, pimentón y azafrán en hebra), removemos y dejamos cocer dos minutos. Incorporamos la salsa de tomate, la leche de coco, el caldo de verdura, el azúcar y una pizca de sal. Cocemos a fuego suave durante treinta minutos. 

Transcurrido este tiempo, trituramos el curry y lo pasamos por el colador chino, para que quede muy fina. Probamos y añadimos sal si es necesario; si está ácida, un poco de azúcar.

Colocamos las pechugas de pollo sobre la tabla y, con un cuchillo bien afilado, cortamos filetes redondos y muy finos. Calentamos el curry en una cazuela, sazonamos los filetitos de pollo, y los cocemos en la salsa durante diez minutos. 

Picamos las hojas de cilantro fresco lavadas y las espolvoreamos sobre el curry. 

Os aseguro que es una delicia.

Consejos:

- Lo ideal es tomar este curry acompañado de arroz largo hervido, y pan naan o pan de pita que podéis preparar siguiendo esta receta. Estos panes planos se utilizan como una cuchara para comer el curry.

- La mantequilla clarificada soporta mejor el calor, y es muy sencillo prepararla, aunque también se puede utilizar directamente la mantequilla, eso sí, con cuidado de no quemarla. Si decidís preparar la mantequilla clarificada, tenéis la receta aquí.

- Siempre es mejor pasar las salsas por el chino y, en este caso que utilizamos piña, resulta imprescindible para eliminar las hebras.

- Y, como ya os he aconsejado en otras ocasiones, la mejor salsa de tomate es la que cocinamos en casa porque, además de que está más buena, nos aseguramos de no consumir aditivos, conservantes, colorantes y azúcar. Es muy fácil, y congela perfectamente para utilizar en recetas como ésta, en las que sólo necesitamos una pequeña cantidad. Tenéis la receta del tomate frito aquí.