sábado, 21 de enero de 2017

SPAGHETTI CON ALMEJAS Y TOMATE {VERMICELLI ALLE VONGOLE CON POMODORO}


Vermicelli alle vongole con pomodoro, es decir, fideos finos con almejas y tomate, en este caso spaghetti. Una conocida receta de la cocina italiana tradicional, deliciosa, rápida y fácil de preparar. Eso sí, hay que tener en cuenta el tiempo de remojo de las almejas: dos horas aproximadamente.

En el clásico La cuchara de plata, con el que tengo la suerte de contar entre mis libros de cocina, no aparecen entre sus ingredientes ni el tomate ni el vino blanco, ni tampoco la cayena. Se trata de otro clásico, vongole in bianco, también riquísimo, y pendiente de publicar en el blog.

Ingredientes:

- 350 gramos de spaghetti.
- Un kilo de almejas.
- 2 dientes de ajo.
- 6 tomates rojos.
- Medio vaso de vino blanco.
- Una cayena o guindilla.
- Perejil fresco.
- Aceite de oliva virgen.
- Pimienta negra recién molida.
- Sal. 
- Una cucharadita de azúcar.

Preparación:

Para quitar los posibles restos de arena a las almejas, las ponemos a remojo con agua y sal en el frigorífico durante al menos dos horas. Hay que revisarlas una a una y desechar las que estén rotas o abiertas, porque seguramente estén muertas o enfermas. Tras el remojo, las colocamos en un colador, y las lavamos bajo el chorro de agua fría, entrechocándolas suavemente entre sí para eliminar cualquier resto de impurezas. 

Comenzamos con la salsa. Pelamos y picamos muy fino los ajos, a cuchillo. Lavamos, pelamos los tomates, les quitamos las pepitas, y los cortamos en brunoise (pequeños dados). Lavamos y picamos las hojas de perejil, también a cuchillo, y reservamos.

En una sartén o cazuela baja, con un hilo de aceite de oliva virgen, sofreímos el ajo hasta que comience a dorarse. En ese momento añadimos el tomate, sal, pimienta y azúcar, y dejamos que fría hasta que comience a "pegarse" en el fondo de la sartén. Incorporamos entonces el perejil, la cayena, y el vino blanco (reservamos un poco de perejil para el emplatado), y cocemos durante cinco minutos. Retiramos la cayena, comprobamos el punto de sazón, rectificamos si es necesario, y reservamos

Calentamos otra sartén, con un hilo de aceite de oliva virgen, y añadimos las almejas bien limpias y escurridas, a fuego fuerte. Las vamos retirando conforme se abran, y colamos el líquido que hayan soltado. Incorporamos las almejas sin cáscara a la salsa de tomate, y también el líquido colado. Las almejas que no se abran, las tiramos.

Ponemos al fuego una cazuela amplia con agua y sal y, cuándo hierva, incorporamos los spaghetti y cocemos durante el tiempo que indique el fabricante en el paquete. Con una espumadera sacamos la pasta de la cazuela, la escurrimos en un colador, y la servimos directamente, sin enjuagar, con la salsa caliente y perejil fresco picado. 

Cosejos:

- Es muy importante desechar las almejas que estén rotas o abiertas en crudo, y tirar también las que no se abran una vez cocidas. El motivo es que están muertas o enfermas y podrían causarnos más de un problema si nos las comemos.

- Si no os gusta el toque picante, prescindid de la guindilla o cayena. Eso sí, hay que retirarla antes de servir la salsa.

- Si es posible, hay que cocer la pasta justo antes de comerla. De este modo no tendremos que enjuagarla, tendrá más sabor, y absorberá mejor la salsa.

- No hay que añadir aceite al agua de cocer la pasta, porque crea una película escurridiza que dificulta la absorción de la salsa.

- Otra opción es saltear la pasta junto con la salsa para que se mezclen bien.

- El azúcar se añade para contrarrestar la acidez del tomate, aunque si están dulces y maduros no será necesario. 


 

sábado, 14 de enero de 2017

SPANAKORIZO {ARROZ CON ESPINACAS GRIEGO}


Tras las merecidas vacaciones de Navidad, que en mi caso se han alargado un poco más, retomo la actividad del blog con un exquisito arroz griego, fácil y con ingredientes sencillos. Se trata de un plato casi vegetariano, y con un sabor sorprendente, diferente, fresco, buenísimo, para empezar y no parar.

Lo descubrí aquí, en mi querido blog Mercado Calabajío, que tantas alegrías me da cada vez que preparo una de sus recetas.

Además, he comprobado que se conserva perfectamente en el frigorífico para calentar al día siguiente en el microondas, y este detalle es interesante para quienes comen fuera de casa. Si tienes el caldo de pollo preparado, en un rato lo tienes listo. Una gozada.

Ingredientes para cuatro personas:

- Un diente de ajo.
- Una cebolla.
- Medio kilo de espinacas frescas.
- Una lima.
- 400 gramos de arroz de grano largo.
- Caldo de pollo (un litro aproximadamente).
- 150 gramos de queso feta griego.
- Una cucharada de eneldo fresco picado (sin tallo).
- Una cucharadita de comino.
- Aceite de oliva virgen.
- Sal.

Preparación:

Comenzamos picando el ajo con el comino en el mortero, y reservamos. Pelamos, lavamos y picamos la cebolla en brunoise y reservamos. Lavamos las espinacas, eliminamos los tallos y, si las hojas son muy grandes, las cortamos en dos o tres trozos, y reservamos. Cortamos también el queso feta en pequeños dados, reservamos; rallamos la piel de la lima (sin llegar a la parte blanca), y exprimimos su zumo. Reservamos todos los ingredientes preparados por separado.

Ponemos el caldo a calentar en una cazuela, y mantenemos hirviendo a fuego lento.

En una cazuela baja o una sartén grande, freímos la cebolla en aceite de oliva hasta que comience a dorarse. Añadimos las espinacas y rehogamos hasta que reduzcan (aunque parezca que hay demasiadas, comprobaréis que menguan muchísimo). Incorporamos el arroz, y removemos hasta que se tueste. Es el momento de incorporar el eneldo picado, y seguidamente el caldo, el doble que de arroz y siempre caliente, hirviendo. Añadimos un poco de caldo al mortero con el ajo y el comino, y lo incorporamos al arroz. 

Dejamos que cueza y, a los 10 minutos agregamos la mitad del queso feta y la ralladura de lima. Removemos y dejamos cocer 3 minutos más, añadimos el zumo de lima, y seguimos 2 minutos. Apagamos el fuego y añadimos el queso feta restante por encima. Dejamos reposar cinco minutos, y a disfrutar esta delicia.

Consejos:

- Los tiempos de cocción del arroz están calculados teniendo en cuenta que el tiempo total son 15 minutos (el habitual en el arroz de grano largo). Si en el paquete de arroz indica más tiempo, alargadlos proporcionalmente. 

- Imprescindible que las espinacas sean frescas; sirven perfectamente las que venden en bolsas en supermercados, ya lavadas y listas para usar.

- También el eneldo debe ser fresco. Yo lo compro, elimino los tallos, lo lavo y seco, y lo guardo en pequeños paquetitos en el congelador, listo para usar. Es una de las hierbas aromáticas que mejor congela. 

- Yo mido el arroz en cucharones (uno por persona), y también el caldo (el doble que de arroz), y tengo un poco más en una cazuela al fuego por si necesito añadir más. Siempre hay que incorporar el caldo caliente, hirviendo, y procurar que al final el arroz quede jugoso, que no esté muy seco.

- Si no caben todas las espinacas en la cazuela, añadidlas todas poco a poco, que aunque parezca que hay muchas, menguan muchísimo porque tienen mucha agua. Como decía mi madre, "espinacas, muchas metes y pocas sacas". Sabiduría popular.

 - El queso feta es un queso tradicional de Grecia, de sabor intenso y ligeramente ácido; blanco, cremoso pero con consistencia compacta y textura granulada, que encontramos facilmente en la sección de quesos de los comercios de alimentación.